Moises:Mosheh

Publicado en por Aldo:

Un varón de la familia de Leví fue y tomó por mujer a una hija de Leví, la que concibió, y dio a luz un hijo; y viéndole que era hermoso, le tuvo escondido tres meses. Pero no pudiendo ocultarle más tiempo, tomó una arquilla de juncos y la calafateó con asfalto y brea, y colocó en ella al niño y lo puso en un carrizal a la orilla del río. Éxodo 2:1-3

La Escritura dice que había un niño hermoso llamado Moisés, esta belleza fisica que poseía era natural, sin embargo este pasaje tambien nos dice que Moisés era hermoso a los ojos de Dios, la expresión víendole que era hermoso, se refierer a su aspecto, pero la expresión hermoso a los ojos de Dios, nos señala la condición de este niño delante del Señor, es decir a su posición espiritual, esta palabra: a los ojos de Dios, es espiritual; y asi fue, el hecho de que Moisés haya sido puesto en una canastilla fue todo un acto del tiempo perfecto de Dios, fue un suceso profetico el que le salvo la vida, el hecho de que Jocabed lo haya puesto, en esta canastilla, fue la intercesión de Jocabed y  la confianza que Jocabed tuvo en las Promesas de Dios.

Moises fue puesto en aquella canastilla como un símbolo de que su madre tenía por preciosas las promesas de Dios y por consecuencia, tenía una identificación con el pueblo de Dios, Moises fue puesto en ese lugar por causa de pertenecer al pueblo santo de Dios, lo cual significa que la madre de Moises tuvo en su vientre la liberación de la Nación de Israel y dio a luz a un libertador, este lo vemos también con Moisés, cuando crece, el escogió sufrir la condición del pueblo de Dios, antes que gozar de los deleites de este mundo; en los dos casos, vemos la promesas de Dios cumplidas; su madre, lo dió creyendo en las promesas de Dios y Moisés eligió sufrir por el pueblo de Dios, atraves de la Promesa de Liberación dada por Dios a los israelitas, nosotros debemos creer dos cosas, en la Promesas de protección de Dios y en las promesas de liberación de Dios, ambas nos llevan a derrotar al enemigo y asemejarnos a Moises y Jocabed.

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